Bianca Palmieri es las más grande actriz juvenil del país, hija de un famoso senador. Todo el mundo cree que lleva una envidiable vida, podrían decir casi perfecta que todos desearian tener, pero las vidas perfecta no existen y Bianca debe lidiar con los fantasmas del pasado, dejando sus adicciones atrás y abriendo su corazón que fue herido por un hombre que la llevo a ese mundo de perdición. Gracias a su padre llegara a su vida un hombre que le hará sentir que puede abrir su corazón de nuevo. Pero este se niega a vivir el amor porque para el ella es solo un sujeto que tiene que cuidar... Dante De Luca ex agente de policía debe dejar atrás la culpa y el rencor para poder seguir con su vida a lo que se niega olvidar; hasta que conoce a su nuevo trabajo; la actriz Bianca Palmieri, al verla todo su ser la reclama como suya, no puede dejar de pensar en besar aquella pequeña boca, abrazar ese pequeño cuerpo y protegerla de todos con su vida. Una noche no resistirá más su forzada fortaleza que ha construido para hacer su trabajo perfecto, su sentimiento surgirá con una fuerza y se entregarán los dos al amor, y los consumirá el fuego el deseo. Al final Dante ha roto su regla número uno "No involucrarse con el sujeto" desde ese momento Dante De Luca hará todo por tenerla a su lado y dirá: Es Mía....
Leer másEn la sala de un departamento en la hermosa Venecia dos hombres se miran sin perderse en ningún momento los movimientos el uno del otro, al fondo se escucha los gritos de una mujer que lucha por salir de la habitación donde ha estado por varias noches;
—¡Dante!, ¡Dante!, ¡Abre está m*****a puerta! ¡Dante!!, ¡¿Quién llegó?! ¡Dante abre!—se escuchaba el golpeteo de las manos de la joven sobre la fina madera, los dos hombres ignoran los gritos para discutir ellos solos;
—Ella no merece un tipo como tu— uno de los hombres de cabello rubio, tez blanca y ojos azul celeste miraba con desprecio al más joven, nunca imaginó que al contrata a ese hombre su hija fuera a cometer el peor error de su vida, bueno el segundo, el primero había tenido que pagar para que su familia lo alejará de ella,
—Pero si la merece un maldito como Sandro Morelli que la golpeaba y fue el causante que se volviera en una adicta o un maldito hijo de narcotraficante cualquier de ellos le parece mejor que yo para su hija— replicó Dante con odio y rencor de solo pensar como vio que aquel malnacido la había golpeado, ¿como era posible que un padre primero viera por sus intereses antes por la felicidad de su hija?, Pero al ver su rostro vio que Santino Palmieri no sabía que su hija había sido golpeada por aquel mal nacido;
—Sandro no volverá acercarse a mi hija y menos porque su prometido no lo va a permitir— afirmó mirando a sus gorilas— él me ha jurado que ama a mi hija además el nunca le hará daño— Dante soltó una carcajada,
—Claro que no, nadie le va hacer daño porque yo ahora la protegeré,— dio un paso al frente con una mirada asesina— la protegeré de ti y de ese dichoso prometido, por qué nadie la amará como yo, desde que la conocí ella se ha convertido en mi mayor prioridad así que no tiene nada que hacer aquí, usted me despidió así que no vamos a necesitar de su dinero señor Palmieri,
—Eso está por verse, cuando todos sepan que te enredaste con la persona que cuidabas, te aseguro que nadie te contratara, y no creo que quieras ser un mantenido— estaba claro que gracias a Santino todos sabrían que había faltado a su primera regla, y por consiguiente nadie le tendría confianza— como veo las cosas tú no le convienes a mi hija— afirmó con una tonta sonrisa en sus labios, vio a sus gorilas que tenía como guardaespaldas,— diga la cantidad, la que quiera para que la deje y se aleje de mi hermosura o si no estos señores acabarán contigo— Dante sonriendo con ironía no aceptaba ese dinero
—Si me ofreciera todas las riquezas del mundo serían cosas materiales, sin ningún valor por que nada sería suficiente para llenar la ausencia de Bianca en mi vida, ella ahora es mía— se golpeó el pecho, miro a los hombres que estaban detrás, estaba seguro que acabaría con ellos sin mucho esfuerzo— y no me amenacé porque sus hombres no me darían batalla…
—¡Déjenme salir!— se escucha la voz de Bianca que gritaba con desesperación, Dante sintió un dolor en el pecho, sabía perfectamente que para ella sería muy duro saber que su padre había ofrecido dinero para que él se alejara— ¡Dante abre la m*****a puerta!— él solo la ignoro, no podía bajar la guardia ante este hombre, que era un tramposo
—Si tal vez mis hombres no te hagan nada pero la demanda de Sandro por los daños que le causaste— negó con la cabeza— tal vez si, porque puedes caer en la cárcel y eso será otro factor para que nadie te de trabajo, por lo que veo su carrera está acabada— miro a uno de los hombres y le pidió algo, que no tardó de sacar de su chaqueta negra, Dante miro los papeles que eran entregados en las manos de Santino— y su historia de amor con mi hija pues no sé dará y menos cuando ella sepa esto— le aventó dichos papeles, Dante miro al suelo sin recoger ninguno, abrió los ojos al descubrir que era, levantó la vista para ver a Santino que sonreía con satisfacción.
—¿Me mandó a investigar?— Santino camino a tomar una copa del mini bar, se sentía superior en ese momento, tenía ya ganado esa mano según él. Dante levantó los papeles rompiéndolos en varios pedazos— ustedes no le dirá nada, no puede meterse en mi vida ni en la de su hija, y yo debo decidir cuando le diré a Bianca todo!— grito con frustración, mientras veía como Santino tomaba una copa sin preocupación
—Claro que me debo meter en su vida, yo sé que le conviene, y eso es casarse con la persona que diga— Dante apretó con fuerza una de las hojas que tenía en las manos, lo poco que sabía Bianca de él era lo que había tenido valor de decirle, sabía que tenía que decirle pero sentía miedo, después de esos días tenía miedo de perderla. Por fuera del departamento se podía escuchar el agua que está agitada, una lancha se acercaba, el sonido de las sirenas se escuchó aún retirado pero no lo suficiente, no tenía tanto tiempo para dejar fuera de combate a los gorilas de Santino e ir por Bianca para llevársela a un nuevo lugar, miro el pasillo de dónde se escucha como Bianca seguía gritando, regreso la vista a Santino que sonreía con satisfacción, estaba disfrutando la disyuntiva de Dante; estaba cansado de discutir con ese hombre, miro el sofá dónde se sentó a disfrutar el whisky que se había servido, cada vez se escucha más cerca el sonido, no había manera para que salieran los dos sin ser detenidos. Su cabeza era un remolino de pensamientos, no podía exponerla, ni ponerla en peligro tenía que haber una manera para no alejarse de ella.
—Tic toc, el tiempo se acaba De Luca— Santino miro el reloj que llevaba en su muñeca— déjala en mis brazos a mi pequeña bebé, si usted me promete alejarse de Bianca, yo lo puedo ayudar a que no sé destruya su reputación De Luca, tal vez te de una carta de recomendación para mis amigos, así que decida de una vez, se aleja de mi hija o se atiende a las consecuencias.
—No me alejaré— esa respuesta no le gusto nada a Santino, miro de nuevo a sus gorilas que captaron la señal que les dio, ellos comenzaron a caminar a dónde estaba Dante para tomarlo por los brazos pero antes de que estuviera en su agarré, él tomó el brazo de uno de ellos lo torció hacia atrás en la espalda hasta que escucho como el hombro se dislocaba, el sujeto grito de dolor, Dante levantó su mano para darle un puñetazo al sujeto que quedó inconsciente en el suelo de madera, el otro hombre al verlo como habían dejado a su amigo fue decidido a golpearlo, corrió con furia a lanzar el primer golpe pero Dante lo esquivo con una gran facilidad, cada puño que lanzaba el gorila de Santino el los esquivaba sin ningún problema— ¡mátalo ahora!— el gorila de Santino saco un arma apuntando directamente a Dante, al ver el arma de una patada la aventó lejos del sujeto sin antes hacer sonar un tiro, Dante molestó le soltó un puñetazo dado en la mandíbula, otro derechazo pegó directamente en su nariz rompiéndola, la alfombra se llenó del chorro de sangre— miro a Santino que estaba temblando y junto a la puerta— deténgase, no hay forma de que no salga de esta habitación esposado— anuncio Santino; Dante miro a todos lados y su única forma de escapar era la ventana, camino hacia ella pero antes de saltar voltio a ver Santino;
—Volveré por ella, por qué se lo he dicho Es Mia— se lanzó por la ventana al canal de Venecia, el agua estaba muy fría pero no importo lo único que le dolía era dejar a Bianca sola al merced de su madre, nadó rápido evitando los disparos que pasaban a un lado de él. Metros más adelante salió quedando debajo de uno de los puentes, quería volver por Bianca pero le era imposibles, ella se asomó por la ventana por dónde el había tenido que salir, miraba a todos lados buscándolo con sus ojos, noto como se habían llenado de lágrimas,
—¡¡Dante!!— escucho como gritaba, se le partió el corazón por ese grito estaba rompiendo su promesa, pero no había podido salir con ella de ese lugar, vio como su padre la tomaba del brazo
—Vamos que tú prometido nos espera— dijo el muy infeliz con una sonrisa— olvídate de él hermosura no te conviene…
—Yo no quiero irme…
—Mi luz, mi vida volveré por ti— vio que las sirenas eran mentira, era uno de los hombres del dichoso prometido de Bianca, si lo hubiera sabido de tonto la hubiera dejado. Salió del agua tenía que ir por ella antes que su padre logrará hacer que ella se casará con ese hombre, no podía dejarla, no la abandonaría como…
Quieren saber cómo inicio está historia de amor, dónde el mejor guardaespaldas del país rompió la regla de oro que gobernaba su trabajo, “No involucrarse personalmente con el sujeto que esta bajo su protección y reclamar con ardor ahora que dice que “Es Mía”
Los días pasaron muy rápido a Sophie le habían dado el alta y ahora estaba en casa de Dante jugando feliz con Angello que al verla corrió feliz a su encuentro, Dante estaba abrazando a Bianca y disfrutando el sonido de las risas de los niños, la mamá de Anabella fue junto a su nieto habían sido tres días sin verlo que tenía planeado en cuanto lo viera le daría los besos que no había recibido estos días, —¿Estas feliz?— Bianca le acarició su mejilla con ternura, el la miro como siempre con amor, —Si, estoy muy feliz— todo había cambiado tanto, ya no era ese hombre que buscaba a las mujeres para satisfacer sus necesidades, no porque ahora estaba completo con Bianca, su otra mitad,— te tengo a ti, ya está aquí mi hija, sabes se parece tanto a mi mamá— Bianca sonrió— está conmigo Angello que haré un hombre de bien, —Te creo— acarició su cabello— mi amor, organice una pequeña reunión para darle la bienvenida a Sophie, no te molesta —Por supuesto que no, así ella va ir conociendo a la
¿Te gusta la pizza?— Bianca estaba en la cocina junto a Ágata mirando al pequeño Angello comer con gusto la rebanada de pizza de pepperoni que él había pedido—Si señorita— dijo con la boca llena, Bianca sonrió al ver al niño comer bien—Dime Bianca Angello— le dijo dulcemente al pequeño que sonrió— toma aquí está una rica agua de naranja— tomo el vaso con gusto y le dio un gran trago— como Angello— dijo al separarse para ver hablar con Ágata, estaba preocupada por la Sophie que había pasado para que llegará al hospital— ha llamado Dante Ágata—No niña Bianca, espero no sea nada grave— eso mismo deseaba Bianca, miro la ropa sucia de Angello, no tenían con que cambiarlo si querían que se diera un buen baño —Hay que limpiar tres habitaciones Ágata— asintió— y hay que comprar algo de ropa para Angello y Sophie…— comenzó a sonar el timbre de la puerta—Ahora regreso niña Bianca— Bianca sonrió porque no podía decirle solamente Bianca, regreso junto a Angello que estaba feliz comiendo—Do
Dante sintió un golpe en la boca del estómago, su hija, la niña que estaba buscando la tenía ahí cerca, en ese hospital pero enferma, ¿Qué podría tener para la llevarán al hospital? ¿Sería grave? Fueron las preguntas que se formulo en la cabeza, sin saber en qué momento comenzó a sentir como las lágrimas rodaban por su rostro, y de pronto sintió la mano de Bianca sobre su hombro, sentirla fue grato para él, porque sintió que estaría a su lado, le agradeció con la un gesto en la cabeza y de nuevo miro a Angello que estaba mirándolos a los dos— ¿Qué tenía tu hermanita?— el niño levantó los hombros en señal que no sabía—No sé, mi abu dijo que tenía mucha fiebre—¿Dónde está ella?— le pregunto tragando el nudo en la garganta, tenía que calmarse, no podía ver el panorama negro—Por ahí— dijo señalando atrás de él— ven te llevo— Dante tomó la mano de Angello que lo llevo por el pasillo por dónde había venido y al final dieron vuelta a la izquierda y siguieron el pasillo hasta que llegaron
Santino había logrado salir del país con su pasaporte falso, con el que había estado saliendo para ir a ver a Bianca que estaba en España, estando ya fuera de Italia, se enteró que su empresa estaba ya en la quiebra, la mayoría de los contratos se habían roto, porque nadie quería trabajar con él, no querían que lo relacionarán con él, también le habían mandado su despido del senado y aparté ya se había interpuesto una denuncia por la muerte de su primera esposa, así que el nombre de Santino Palmieri estaba ya marcado y tendría que parecer que había muerto, cerró el portátil, y antes de salir de la habitación del hotel se miro en el espejo, en cambio de color de cabello le había quedado bien. Sonrió pensando en la casa que visitaría, dónde comenzaría su nuevo negocio, tenía claro que debía manejar un perfil bajo, y sobretodo no saliera su asentó italiano, nadie podía saber dónde podría encontrarlo, y de eso estaba seguro porque casi nadie conocía su otro nombre, daba gracias a su madre
El día había llegado para Santino, el que tanto había esperado, con el que había soñado toda su vida, ser nombrado el candidato oficial del partido social democrático a la presidencia. Después que Sandro dejará que De Luca se la quitará, no sabía nada de él y era mejor, estaba harto de escuchar sus lloriqueos, no había sido lo suficientemente hombre para lograr que Bianca se volviera a enamorar de él, no había logrado estar con ella y hacerle creer que ese engendro que crecía en el vientre de su hija fuera de él y no De Luca, había llamado antes de ir a Lucca y la mujer de servicio le había confirmado que Sandro estaba en casa con una botella en mano y muchas pastillas en la mesa, al escuchar eso Santino estaba convencido que Sandro había vuelto a consumir, el niño no tenía control, pero eso sirvió para sus planes, si no había hablado con su papá lo tenía en sus manos, tendría su apoyo incondicional en las elecciones internas y mientras los demás militantes lo vieran tenía el votó de
Bianca no podía creer lo que escuchaba, ¿siempre había buscado su bien?, Pero cuál era su bien en obligarla a casarse con Bruno, dónde estaba su bien alejarla del único hombre que la amaba, que siempre estaba buscando su bien, que de bien tenía entregarla en las manos de Sandro que había sido el primero en abusar de ella, aunque tenía que reconocer que está vez en España se había comportado bien. Todo lo malo que le había pasado últimamente era su culpa, el abuso de Bruno había sido porque lo tenía amenazado con unas fotografías, y ahora lo dudaba que existiera, porque eran socios en los negocios sucios, si no hubiera estado coludido con ellos tampoco hubiera comenzado con las amenazas que eran a su persona— por eso vengo a pedir que favor no me denuncies— dijo Santino, y para Bianca todo quedó estaba quedando claro comenzó a re
Último capítulo