RAFAELE
Estoy feliz, pero no hay tiempo para reuniones. Necesitamos salir de aquí, luego voy a mostrarle exactamente cuánto la extrañé. Aún puedo saborear sus labios en los míos y sentir su cuerpo presionado contra el mío. Desearía poder estrellarla contra una pared y follarla aquí mismo, desahogar mis frustraciones y arrepentimientos, pero no puedo.
Ella depende de mí, todos dependen de mí. Me concentro en lo que viene después, no en la mujer caminando frente a mí, su trasero balanceándose tentadoramente mientras sostengo la escopeta. Echa un vistazo por encima del hombro hacia mí y me guiña un ojo cuando me pilla mirando su trasero. “Más tarde, grandote, ahora es tiempo de matar.”
Sonrío burlonamente mientras nos detenemos al final del pasillo, Dimitri revisando la habitación. Acercándome más, amando su estremecimiento mientras me presiono contra ella, murmuro en su oído, “¿Quién dice que sobrevivirás más tarde? Tienes que lidiar con cuatro novios enojados.”
Ella se ríe quedamente.