Capítulo 11. Pureza.
Capítulo 11.
Pureza.
En la gran mansión Husainy se dividen dos salones, el de la celebración del novio y la celebración de la novia, donde se coloca una pasarela y un escenario donde colocan un sillón grande acompañado de otros más pequeños, apuntando hacia la pasarela donde solo Amira subirá como toda una reina. Las invitadas empiezan a llegar mientras que Amira es paseada por la ciudad, donde los pueblerinos le dan obsequios y sus bendiciones a la unión. Es el centro de atención del lugar, está muy nerviosa y solo quiere que esto termine; llora en silencio porque en su corazón lo que más desea es que su madre esté con ella, no sus tías ni primas que la odian, pero no puede rechazarlas; sería una falta a la familia. Esta ceremonia es la unión tanto de ella como de su familia con la familia de su esposo; si nadie asiste, se tomará como un rechazo a su nueva familia.
Está muy triste, su corazón duele, duele mucho y no sabe cómo será la reacción al ver a su esposo; trata de contro