Capítulo 67: Hablar con él.
Quiero pegarle y no me contengo, pero, mis golpes en su pecho, me hacen ver como una pequeña pulga intentando hacerle daño a un animal tan grande y eso me causa impotencia. Por lo que, él recibe los golpes sin quejarse o decirme que le duele.
— Debes calmarte un poco, recuerda que no puedes agitarte mucho.
— Eres un maldito egoísta de mierda que solo hace lo que se le antoja con los demás. Un bastardo, eso es lo que eres.
— Si fuera un bastardo que no me importara lo que te sucede, no permitiría que tu vida y la mía se conectara así.
— ¿Qué quieres decir? — pregunto confundida.
— Eres una loba, Angela. Aunque no puedes transformarte, sabes lo que sucede cuando alguien marca a su pareja.
‘Corren el mismo destino.’ Me dice Lía, huyendo de esta conversación.
Lógicamente con eso no quiere decir que Lucifer va a sufrir del corazón, pero, al ser marcada, nuestras respiraciones, latidos y demás, se sincronizan. Lucifer no va a sufrir del corazón como me pasa a mí, pero, podrá sentir cuando a