He visto a Lucifer enojado más de las veces que lo he visto sonriendo, pero, esta vez es diferente. Él tiene una ira tan desenfrenada que me produce mucho miedo. Es como si fuera capaz de acabar incluso con su propia familia con el fin de imponer sus deseos o en este caso, que lo respeten.
— Ahora si has sobrepasado los límites. — dice Lucifer enojado.— Bien, pero, primero vayamos a comer. — dice el anciano como si estuviéramos en una visita normal.— Nada de comer, han secuestrado a mi esposa y la tienen atada como si fuera un animal, ¿acaso no me respetan?— Josh, somos animales… hombres lobos, ¿lo recuerdas?— ¡Me llamo Lucifer! — grita él muy enojado.Ante su rabieta, ninguno de los presentes muestra afectación o preocupación por sus gritos ni mucho menos, porque yo me sienta cómoda.Pero, al menos Lucifer si se da