La vergüenza me invade, pero, lo que más me recorre es el deseo de quedarme sobre su cuerpo y eso es una locura, después de todo, cuando debería marcharme y delimitar un distanciamiento, lo que hago es quedarme sobre su cuerpo.

— ¿Lo sientes?

— ¿Cómo no podría?

El bulto es grande, sería una mentirosa descarada si digo que no siento la dureza que causa su polla. Por lo que, soy sincera y directa para terminar con ese momento vergonzoso, sin embargo, mi cuerpo no se mueve, ni siquiera se aleja un poco del hombre que hace poco traté mal.

— Mi corazón está por explotar de la felicidad porque sigues sobre mi cuerpo. Llevaba un tiempo en el que nuestros corazones sincronizados no latían así de rápido estando tan cerca. — dice Josh acariciando mi espalda.

— Dime algo, ¿tú me ves cómo mujer? — pregunto y me s