Rápidamente alejo esos pensamientos lujuriosos en la parte importante y corro hacia donde el rastro de feromonas me indica, es entonces, cuando veo a la pareja en la piscina sonriendo mientras juegan entre ellos.

— Angelica, me mencionaste en el pasado que eres capaz de hacer cualquier cosa por mí, ¿no es así?

— Claro que sí, eres mi hermana mayor, si me dices que salte, yo lo haré, aunque claramente con las medidas adecuadas, ya que, no puedo morir o eso te haría infeliz. — responde ella y su esposo lo mira preocupado.

— Sabes a que se refiere, ¿verdad?

— Oh… — dice Angelica como si encontrará la razón de todo, incluso del final mismo de la vida.

‘Que no se niegue o estaré en graves problemas.’ Me digo mentalmente.

— Necesito tu ayuda. — digo angustiada.

— Lo siento, pero, puedo ayudarte en todo meno