Angelica se encarga de llevarse lejos a su padre y yo no le doy importancia a todos sus berrinches, ya que, es lo único que puede hacer por él en estos momentos.

‘Bueno, al menos él puede intentar mejorar la vida de su esposa, pero, ¿Cómo haré yo a partir de ahora?’ me pregunto mentalmente.

Sin el escándalo y con mis feromonas más controladas, entro a la sala de recuperación donde veo a varias personas del personal médico hablando entre ellos, para mirarme al poco tiempo de llegar.

— Estábamos por salir, es momento de suspender las trasfusiones de sangre.

— ¿Ya no hay más sangre? — pregunto preocupado.

— En estos momentos es mejor que su cuerpo procese todo lo que está pasando, que llenarla de sangre por miedo a que…

— No lo diga más.

— La trasfusión de sangre está haciendo lo