Punto de vista de Dalma
“Escuché que fue un parto exitoso. Una niña.”
Antonio se sentó frente a mí, con una pierna cruzada casualmente sobre la otra. Intenté concentrarme en sus palabras, pero era imposible ignorar cómo su camisa se estiraba sobre sus anchos hombros, cómo sus tatuajes se asomaban por debajo de las mangas remangadas. Mis ojos recorrieron las intrincadas líneas de tinta en sus antebrazos, y sin poder contenerme, me pregunté cómo se vería sin camisa.
“¿Piensas en mí sin camisa?”, sonrió con suficiencia, con los ojos brillantes de diversión. “¿Quieres un espectáculo de striptease? Puedo darte uno.”
Mis mejillas se enrojecieron, el calor se extendió hasta mis orejas. “Por favor, no”, murmuré, apartando la mirada rápidamente, maldiciéndome por ser tan obvia.
Su risa fue profunda, casi un ronroneo. “Tranquila. Solo bromeo.”
Me moví incómoda, cruzando los brazos como para protegerme de su mirada. "En fin, volvamos al tema", dije, intentando retomar el tema. "¿Cuál es el plan