El amanecer iluminaba tenuemente la fortaleza Vorlak. Aunque la amenaza de la sombra aún flotaba en la distancia, los portadores sabían que no podían esperar un ataque directo para actuar. Cada minuto era valioso, y el conocimiento sería su mejor arma.
Ciel reunió a todos en la sala central, donde antiguos manuscritos y pergaminos del linaje descansaban bajo la protección de Lysandra.
—Hoy —dijo Ciel— comenzaremos a descubrir la historia completa del eclipse y de nuestro linaje. No solo enfrentamos enemigos externos, sino también secretos olvidados que podrían darnos ventaja o destruirnos si los ignoramos.
Los portadores jóvenes se acomodaron alrededor de los manuscritos, con ojos curiosos y ansiosos. Ian y Jordan observaron con seriedad, comprendiendo que la fuerza física no sería suficiente para enfrentar a la sombra.
Lysandra abrió un pergamino antiguo, sus símbolos brillando con una luz suave al contacto con su aura:
—Estos registros hablan de un portador ancestral que dominó el e