El amanecer apenas comenzaba a romper el horizonte cuando Ciel, Ian y Jordan llegaron a uno de los lugares señalados en el mapa: una antigua fortaleza del linaje Vorlak, semioculta entre acantilados y rodeada por un bosque espeso. La atmósfera estaba cargada de energía ancestral; cada piedra y cada símbolo parecían vibrar con el eco de portadores que habían pasado por allí siglos atrás.
—Perfecto —murmuró Jordan—. Este lugar es un punto estratégico. Podremos controlar la entrada y usar las defensas naturales del terreno a nuestro favor.
Ian asintió, inspeccionando los alrededores.
—Y si Azrael intenta un ataque directo, estaremos preparados. No solo con fuerza, sino con conocimiento. Cada movimiento suyo tiene un patrón, y ahora tenemos los mapas y registros de antiguos portadores para anticiparlo.
Ciel respiró hondo, sintiendo la energía de la marca latiendo intensamente en su muñeca.
—Estoy lista. Si viene… esta vez no seremos solo reactivos. Seremos estratégicos.
El viento cambió d