Mundo de ficçãoIniciar sessão。 ٬٬⌠ Claudia ⌡‧₊˚
Me había acostumbrado a sonar como si todo fuera teatro, a modular la voz hasta parecer dueña de la calma. Aquella noche ya no quedaban máscaras, solo un vestido rojo que me rozaba la piel como una sentencia y una mesa puesta para un funeral que, por momentos, parecía mi propio entierro.
Lorenzo me observaba con esa mezcla de devoción y hambre que durante años confundí con amor en otros. Se acercó en silencio, el crepitar del fuego marcando el ritmo de sus pasos. Había algo de carnaval enfermizo en la escena: la música de mi vida convertida en fondo, las llamas y la mirada de un hombre que creyó que podía poseerlo todo.
—Te ves hermosa —dijo, y su voz no tenía cariño, tenía derecho—. Tu madre brill







