Mundo de ficçãoIniciar sessão。 ٬٬⌠ Claudia ⌡‧₊˚
El día amaneció con una lluvia fina que pegoteaba en los cristales del ventanal del hotel; la ciudad olía a piedra húmeda y a café recién hecho. Había intentado dormitar un par de horas más, pero la cabeza me dolía con la insistencia de mil pensamientos. Connor había salido temprano; dijo que tenía llamadas que atender, pero se quedó en la habitación hasta el último segundo para asegurar que me levantara. Le di un beso apurado y vi cómo su rostro, tan acostumbrado al control, se aflojaba con una preocupación que ya conocía demasiado bien.
No había pasado media hora desde que me senté con una taza de té cuando sonó el teléfono del hotel: código canadiense, número conocido. El cuerpo se me congel&oacu







