。 ٬٬⌠ Claudia ⌡‧₊˚
Sentía cómo mi cuerpo se desgarraba en una lucha invisible contra el ataque de pánico que me dominaba. El aire me quemaba en los pulmones, mis manos temblaban y un frío extraño me recorría la piel como agujas. Todo iba de mal en peor. Lo peor era que Connor no tenía idea, no lo suficiente, de lo que estaba pasando como para poder defendernos. Y aunque lo supiera, tampoco quería que lo hiciera: si se metía, se hundiría conmigo… y eso era lo que más temía, lo que debía evitar a toda costa.
—¡Claudia, joder, reacciona! —su voz retumbó en mi cabeza como un disparo. Parpadeé, una y otra vez, tratando de atrapar la realidad que se me escapaba entre los dedos. Entonces lo vi: estaba frente a mí, a solo unos centímetros, sus ojos fijos en los míos. Seguíamos en el auto, pero ya no en el mismo lugar donde todo había ocurrido. Afuera, el estacionamiento del hotel se alzaba en penumbras, iluminado apenas por faroles amarillentos.
—¿Qué pasa? —balbuceé, la voz quebrada. Recorda