Por Edgardo
Estoy desesperado, nunca pensé que podría perder a mi familia y por culpa mía.
Es verdad, soy el único responsable.
Tengo o tenía a la mujer de mis sueños, pero ciertas inseguridades se juntaron con un momento de estupidez y le seguí el juego de seducción a Irene.
A partir de ahí todo fue una bola de fuego, que iba dejando mi vida en cenizas.
Nada hará cambiar mi amor por Evangelina.
A Evi la conocí en la casa de un amigo mío, ella era su hermana, cuando fue creciendo y desarrollando, yo no podía apartarla de mi mente.
Pero en ese momento se notaba mucho la diferencia de edad, ella era menor y yo tenía veinte y algo.
No podía evitar mirarla, era como una obsesión.
Recuerdo cuando nos recibimos, que fuimos a bailar y ella por primera vez vino con nuestro grupo.
La llevé a la pista en donde se bailaba lentos, y la besé por primera vez, fue tanta mi ansiedad que estuve a punto de eyacular, solo por haberla besado.
Me di cuenta que no me estaba controlando, por lo que la llevé