Capitulo 37.
Capítulo 37.
No me encuentro demasiado bien. No sé si será por el calor o por la angustia, pero puedo notar una presión en mi pecho que no me permite estar tranquila.
Erika me está ayudando a cambiar las sábanas, bendita sea, siempre es tan buena y tan atenta conmigo que solo puedo sentirme agradecida porque la diosa la haya puesto en mi camino.
Estoy deseando acostarme y que esta noche termine sin más complicaciones. Ya he tenido suficiente drama por un mes entero, pero parece que el universo sigue de fiesta a costa mía.
—¿Te encuentras bien, Every? —me preguntó Erika mientras alisaba la colcha de la cama.
—Sí, solo es que tengo un mal presentimiento, no lo sé... pero no me hagas caso, solo será que estoy cansada.
No terminó de salir la última palabra de mi boca cuando la puerta se abrió de golpe. No fue un golpe estruendoso, pero sí uno de esos que son capaces de darte un susto de muerte.
Natasha entró en mi habitación como si fuera la suya, envuelta en una capa oscura, tenía