56. Somos un equipo
Iván
La mañana me tiene ansioso, en especial porque Gabriel sigue sin responder a mis llamadas, se supone que nos pondríamos en contacto para vernos en el apartamento de Nataly y buscar a Samuel.
Finalmente mi celular se ilumina con una notificación.
“No voy a poder ir contigo. Encárgate tú, por favor. Estoy resolviendo otro problema. Después hablamos.”
Frunzo el ceño. Pero qué demonios significa eso…
¿Otro problema?
¿Más que averiguar si Samuel es su hijo?
Esto no me gusta para nada.
Le escribo al instante:
“¿Qué pasa?, ¿De qué problema hablas?, dime si necesitas un abogado”
Puede sonar a broma, pero com todo lo que está pasando últimamente, no lo es. Sin embargo, su respuesta es tan escueta como frustrante:
“Después hablamos.”
M4ldito San Román y de estúpida costumbre a guardarse todo.
Aprieto los dientes mientras dejo el celular sobre la mesa. Conozco a Gabriel desde hace años y sé cuándo está evadiendo algo o la está pasando mal.
Lo peor es que últimamente lo hace demasiado. Me