40. Te extraño
Gabriel
Hay cosas que consiguen ponerme de mal humor con mucha rapidez, y el hecho de que me despierten cuándo estoy descansado es una de ellas.
Una de las principales, por eso cuándo el celular sonó en mi mesita de noche mi primer impulso fue ignorarlo, pero el m4ldito aparato parecía que no estaba dispuesto a parar y por eso lo tomé viendo el remitente.
Hasta ahí llego mi mal genio, porque ver ese nombre en la pantalla hizo que la rabia se convirtiera en algo más… algo como preocupación.
Y es que recibir una llamada de Catalina a las 2 de la mañana ya es de por si algo extraño, pero escuchar que esta esté borracha del otro lado de la línea es totalmente algo que no me espero.
Y habría podido burlarme o hacer cualquier comentario a costa de ella de no haber sido por la voz del tipo que se ha colado en la llamada intentando coquetear y la forma ingenua e inocente en que ella ha reaccionado, cómo si no supiera que el mundo esta lleno de hijos de put4 dispuestos a aprovecharse de esa ing