Redsy, sonriendo con determinación, dijo:

—Tienes razón. Debería ayudarla.

Rose, emocionada, respondió:

—¡Sabía que lo harías! Ella se va a poner muy feliz. Por cierto, el saldo total es de 8 millones de dalias (800 mil dólares).

—¿Y cuánto dinero va a ganar ella por toda esta venta?

—Veamos... si recibe el 10%, serían 800 mil dalias (80 mil dólares).

Redsy sonrió con calidez.

—En ese caso, dile que hoy ganó 2 millones de dalias. Yo pagaré la diferencia.

Usando su celular, Redsy transfirió 9.200.000 dalias a la cuenta de Rose.

—Bien —dijo Rose, sonriendo—. Le haré la transferencia de 2 millones. Se va a poner muy feliz cuando vea que por fin podrá deshacerse de esa deuda.

Un rato después, Ariadna entró a la oficina, sonriendo.

—Ya preparamos la mayoría de la lencería, pero hay algunas prendas que no estaban en el catálogo... ¿Dónde está Redsy?

Rose, conteniendo su emoción, respondió:

—Él se fue. Dijo que tenía que hacer algunas cosas. Pero no te preocupes, la venta se realizó con éxito