Capítulo 58. Confesión.

Sebastián se quedó observando a Bruno con atención, no es que creyera que Enzo era un santo, desde que lo conoció sabía que el hombre no era una mansa paloma, pero se había dado cuenta de que no torturaba o mataba a la ligera, tenía conciencia de lo que hacía y cuando accionaba en contra de alguien es porque había una razón válida para hacerlo y no lo hacía por capricho, por eso no lo creía capaz de haber provocado el atentado donde murieron las esposas de los gemelos.

—Sebastián Ferrari, después de todo no eres tan perfecto cuando solapas a un asesino —expresó el hombre con amargura.

—No lo estoy solapando, solo quiero conocer de dónde surge tu acusación.

—Mackenzo nos dio todas las pruebas de su culpabilidad —declaró el hombre con convicción.

—¿Sabes Bruno? No sé si molestarme o sentir lástima por ti al ser tan ingenuo siendo un hombre de gran experiencia… la palabra de Mackenzo no tiene ningún peso, ninguna validez… no debiste haberle creído, sino investigado por ti mismo… la espec
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo