Capítulo 149.
Evelyn.
—Shalla hoy no estoy para tus arrebatos— me intento llevar las cosas por las buenas. Realmente mi día soñado no se veía así, y me aburre soberanamente ver la poca dignidad en la gente.
Tomo el abrigo de mi hija, pero la mano de la hija de Camille me ataja, la aparto de inmediato, dejando claro que permiso de tocarme no tiene.
—Deja de hacerte la idiota, porque justo en aquella mesa me escuchaste decir...¡¿Como pudiste ser tan perra?!— me escupe. El solo roce de su aliento ofuscado me hace colocar las manos al frente, con elegancia.
El aroma a crema de fresas se desvanece, siendo desplazado por el que contiene rugiente odio. Odio que percibo en cada poro de Shalla. Con la mirada le pido a Rodolfo no intervenir, al igual que a los agentes que el Comisionado envió.
—¿Te gusta el público?— inquiero mostrando con un leve barrido visual lo que nos rodea.
—Te importa una mierd@ si quiero público o no— estalla su voz nuevamente. —Es más, ¡acérquense todos!— vocifera. —¡Acérquense!