Capítulo 126.
Evelyn.
Atravieso el vestíbulo, subiendo las escaleras anchas que recorro a prisa. Estar rodeada de todo lo que dejé atrás hace años me genera latidos poco coordinados con mis acciones. Pero conociendo la etiqueta y sus rigores, dejo actuar a la sangre que cargo. Me doy un baño, junto a Aihnoa, la cual es atendida por la servidumbre que se encarga de hacerla sentir como lo que es.
Dejo que los sirvientes hagan lo suyo cuando camino en lencería al quitarme la bata.
El dormitorio imperial aún conserva cada detalle que recuerdo, por lo que la familiaridad de todo tampoco la abandona.
Me mantengo de pie frente al espejo de tres cuerpos mientras tres sirvientas se mueven a mi alrededor haciéndome elevar los pies uno a uno para meterme dentro de la pieza que suben para que acomoden las mangas.
—Sujétenlo con cuidado —ordena la doncella principal, arrodillándose para ajustar el dobladillo del vestido.
El vestido blanco de ceremonia, diseñado exclusivamente para las damas reales, cae com