Capítulo 41
Después de que Thiago entra en la habitación de los niños sin decir ni una sola palabra, entre ellos se produce un momento de silencio lleno de tensión emocional. Eros y April lo observan con una mezcla de curiosidad y emoción, pero también con un poco de desconfianza, pero aún no han dicho nada. Sus ojitos llorosos estaba totalmente expresivos como también hinchados haciendo que su corazón se encogiera.
Thiago se sentó en el suelo, al nivel de ellos, sin intentar forzar la situación. Solamente estaba esperando a que ellos dieran el primer paso. Por otro lado Sofía se había quedado unos pasos más atrás casi debajo del marco de la puerta, con el corazón en la garganta sin saber qué hacer. Ella no se movió en lo absoluto y solo observaba, como si no quisiera interferir en un momento que ya no le pertenecía.
Fue entonces cuando Thiago saco de su bolsillo dos pequeños estuches y los abrió con cuidado revelando dos pulseras idénticas. Las pulseras venían con dijes diminutos en