Edahi
Siento cosquillas en la nariz y un gran estornudo calma la sensación, cuando abro los ojos me doy cuenta que Elijah se encuentra justo a centímetros de mi cara y lleva mi saliva por todos lados.
Me levanto de la cama tan a prisa que termino por enrredarme en la sábana y caer envuelta en ella. El golpe duele pero no más que la vergüenza.
—¿Estás bien? –cuestiona y yo me levanto del suelo con algo de dificultad.
—Sí, estoy bien. –aseguro pero me muero de vergüenza así que solo me doy la vuelta para irme.
—¡Edahi! –me llama y yo me detengo antes de abrir la puerta–, yo no me siento bien.
Me doy la vuelta y camino hasta él y comienzo a buscar cualquier cosa para que...
—¿Qué sientes? ¿Qué te duele? –cuestiono observando su cuerpo pero al parecer no hay nada visible.
—Me duele aquí. –señala su pecho y yo obviamente entro en pánico.
—Oh por dios, llamaré al doctor, al veterinario...carajo iré a buscar a alguien que...
Elijah me detiene y pone ambas manos sobre mis hombros y me