Ahora que Adam estaba en el país, Marco le pide verse y lo cita en su restaurante. Evie, que estaba informada de todo, le dijo a Adam que no lo hiciera, pues temía que Marco intentara amenazarlo.
—Seguramente te dirá que si intentas quitarme al bebé te va a asesinar —le dijo Evie a Adam—. Él sabe todo sobre nuestro contrato, no te fíes de él.
Pero Adam nada más se limitó a reír y se siguió arreglando para salir.
Evie y Adam estaban viviendo juntos en la mansión. La familia de Adam estaba a la expectativa de si nada más sería por el embarazo de Evie y Adam se marcharía apenas naciera el bebé, pero esperaban que eso no sucediera y la mujer pudiera convencerlo de casarse.
Adam le dio un beso a su mujer que aún seguía metida en la cama.
—¿Vas a salir con Natalie? —preguntó Adam.
—Sí, iremos a comprar la ropa para el bebé —respondió Evie con una amplia sonrisa.
—No vayas a caminar mucho, cariño, debes cuidarte —pidió—. Llámame apenas terminen, iré a recogerte.
—No te preocupes, est