Pasó un año y la escuela estaba más fuerte que nunca — teníamos más de veinte niños, y todos los días llegaban con ganas de aprender. Cuando llegó el primer cumpleaños de la escuela, decidimos hacer una fiesta grande — con todo el mundo, con comida, música y muchas flores.
Rosa preparó una cena enorme: sopa de calabaza con nueces, pan fresco con miel, tarta de manzanas y pastel de chocolate con una figura de luna en el centro. "Mi madre siempre hacía una cena grande para los cumpleaños", me dijo Rosa, mientras me ayudaba a poner la mesa en el patio. "Dijo que la alegría se comparte con comida buena."
Elena cosió bufandas pequeñas para todos los niños — de color plata, con una runa de luna bordada en el centro. "Para que se acuerden de este día", dijo Elena, pasándole una bufanda a Sol. Sol se la puso en la cabeza, como si fuera un sombrero, y todos se rieron.
Recuerdo nuevo — Me acordé de cuando tuve mi primer cumpleaños en la casa de mi padre. Mi abuela me hizo una tarta de manzanas