Short
El intercambio mortal: Cama de la amante por tumba de sus padres

El intercambio mortal: Cama de la amante por tumba de sus padresES

História Curta · Contos Curtos
Carlos Moser  concluído
goodnovel18goodnovel
7Capítulos
1.2Kleituras
Ler
Adicionado
Resumo
Índice

Mi esposo estaba cocinando para su amante cuando mis suegros fueron secuestrados. No lo detuve, pero me conmovió demasiado y llamé a la policía. Porque renací. En mi vida anterior, había intentado impedir que fuera a cuidar a su amante, y así podrían detener a los suegros que estaban a punto de salir, evitando la tragedia de ser atacados. Pero a su amante tuvieron que amputarle el brazo debido a la herida infectada por un corte. Mi esposo no me reprochó hasta un año después. Estaba a punto de dar la luz, y me llevó con engaños a un acantilado apartado, donde con toda su crueldad me empujó de golpe sin importarle nada. —Nora no habría sufrido todo esto si aquella noche no me hubieras impedido ir a buscarla. ¡Todo esto fue culpa tuya! —¿Por qué Nora terminó con una amputación? ¡Tú eres quien se lo merecía! Eres la verdadera bruja. Caí del acantilado con nuestro bebé en el vientre, muriendo sin poder cerrar los ojos. Esta vez, mi esposo se salió con la suya, buscando desesperado a su amante para cuidarla. Sin embargo, regresó y se arrodilló, tan abatido que parecía haber envejecido más de diez años en un instante.

Ler mais

Capítulo 1

Capítulo 1

Cuando llegó la amante de Gabriel, justo recibí la llamada del secuestrador.

—¡Quiero tres millones! Tienes solo una hora para conseguirlos. Vas a dejar el dinero bajo el puente central. Los mataré si avisas a la policía.

Con la experiencia de mi vida anterior, activé el altavoz, por lo que Gabriel también escuchó lo que decía el hombre.

Di media vuelta y me encontré con su rostro enfurecido.

Gabriel soltó una risa irónica: —Marta, ¿qué tan descarada puedes ser? ¿Inventaste este teátrico con mis padres para echar a Nora?

No lloré ni grité como había imaginado. Solo le contesté con una calma profunda: —No estoy inventando nada. Nos está chantajeando con tres millones y la vida de tus padres. Ve a sacar el dinero.

Gabriel me miró con una expresión sombría, sin inmutarse: —No conseguiste mi amor después del matrimonio, ¿y ahora empiezas a engañarme con mi dinero?

Gabriel y yo nos conocemos hace más de veinte años. Le había salvado la vida cuando éramos pequeños, y después nuestros padres nos comprometieron en matrimonio infantil. Sabía que Gabriel despreciaba mi origen, y también sabía que estaba enamorado de una chica que hacía su carrera en el extranjero. Pero eso no me importaba, lo quería con el alma.

Antes del matrimonio, le pregunté si quería casarse conmigo, tenía opción de arrepentirse e ir a buscar a su amada chica. No lo detendría.

—Soy voluntario.—Susurró, sin mirarme

Luego se mostró aún más indiferente. Desde que lo conocí, nunca me miró a los ojos. Me consolaba con la excusa de que la frialdad era parte de su naturaleza, y que en el fondo de su corazón me quería. Hasta que se regresó Nora. Su sonrisa sincera hacia ella me rompió el corazón.

Desde el principio hasta el final, jamás se puso de mi parte.

Mi mirada se fue enfriando poco a poco y lo miré con una profunda decepción.

Me tranquilicé y musité:—Nunca pensé en engañarte con el dinero, ni siquiera usaría medios tan bajos como esos.

—Me da igual si confías en mí o no, pero tus padres realmente están secuestrados. No estoy jugando.

—Si confías en mí, vamos juntos a la comisaría. Si no, aléjate y no me estorbes para salvarlos.

Tal vez me mantuve demasiado tranquila, o quizás fue la primera vez que me mostraba molesta con él. Gabriel se quedó pasmado.

Quería salir, y puse la mano frente a Nora, indicándole que me diera paso. Pero ella cayó de repente al suelo.

—Ay, ¡qué dolor!

Parpadeaba, fingiendo no saber nada de lo que pasaba, y luego las lágrimas comenzaron a recorrer por su cara.

—Gabi, no te enfades con Marta, ¿de acuerdo? Seguro que no lo hizo a propósito...

Mi esposo se enfureció tanto que casi no pudo reprimir la rabia. Corrió hacia Nora, perdiendo toda la sensatez por la preocupación. Y ella cubrió la mano con la otra, mostrando una expresión doliente. En ese momento me cuenta de que mi mano estaba cortada.

Gabriel me gritó como un loco: —Si le pasa algo a Nora, te juro que lo vas a pagar.

Se apresuró a llevarla al hospital, dejándome sola en la sala vacía.
Mais
Próximo Capítulo
Baixar

Último capítulo

Mais Capítulos

Novos lançamentos de romances

Último capítulo

Não há comentários
7 chapters
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App