- "Me halaga la invitación, Alteza", dijo Donatello con sinceridad.
Sonreí y le dije
- Puedes empezar ahora, trabajando desde dentro de tu habitación del hospital.
- ¿Ya? - Sonrió, parecía emocionado.
- Quiero que anuncies, de primera mano, que no sólo eres mi nueva contratación, lo que hará creer a la gente que te he "comprado"...
- Y seguramente me quitarás parte de mi credibilidad como profesional sólo por eso... - añadió riendo.
- En fin, no podemos hacer todo lo que los demás quieren o esperan de nosotros, ¿verdad? Aun así, quiero que le digas a la gente de Alpemburg que, junto con mis padres, visitaré el País del Mar por negocios.
- ¿País del Mar? - Donatello se sorprendió.
- Sí, País del Mar -confirmé. - Nos ha invitado la reina, Nair Levi Mallet. Ser&aacu