Mundo ficciónIniciar sesiónBenjamín clavó los ojos en Antonela, buscando tal vez un engaño, pero solo había dolor y desesperación en su hermoso rostro. Desde el día en que la conoció, nunca la había visto tan abatida. Antonela no había estado así ni siquiera cuando él la abandonó en el altar.
—No iré a ninguna parte hasta que me expliques qué está pasando.
Ella se secó el rostro y le hizo una mueca.
—No tengo tiempo para explicar nada ahora —dio un paso hacia él con las manos temblorosas—. Tendrás que confiar en mí.
Benjamín vio sus palabras flotando en el aire, su ceja formando un arco interrogativo, e intentó, en silencio, absorber el misterio que la envolvía. Con los ojos fijos en los de ella, no notó que Dominique se acercaba.
—Señor —se detuvo cuando vio que él d







