Dominique colgó cerrando los ojos, mientras sentía que su corazón se hundía en el pecho. Ella conocía el tono de voz de Benjamín cuando estaba furioso. Algo había sucedido para que él actuara de esa manera.

Se asustó cuando sintió un toque inesperado en su hombro. Al girarse, se encontró con Antonela llorando a mares, con el rostro empapado en lágrimas.

Fue inevitable pensar lo peor. Sintió que ella se echaba hacia delante, envolviéndola en un abrazo largo y apretado. Ante la situación, le sería imposible cumplir las órdenes de Benjamín de estar en la empresa antes de su llegada.

No podía irse y dejar a Antonela desamparada.

—¿Qué pasó? —La sujetó por los hombros, apartándola para mirarla a los ojos.

Antonela tenía las palabras atoradas en la garganta, negán