Mundo ficciónIniciar sesión— Cálmate, Alessia — la penetrante voz de él hizo que Antonella volviera a la realidad. Estaba tirada cerca del sofá y su cabeza giraba tan rápido que se sentía como si estuviera en una enorme montaña rusa. Sintió un líquido correr por su frente, y solo al tocar la herida con los dedos se dio cuenta de que era sangre.
¡Maldita sea! Su cabeza latía con fuerza, y no podía levantarse.
Sintió las manos de Benjamín, agarrándola, levantándola y sosteniendo su rostro, mientras ella apenas podía abrir los ojos.
— Antonella — su voz parecía venir de lejos, y ella no podía responder a nada de lo que decía — te llevaré a un hospital.
— No harás nada — lentamente, él acomodó a Antonella en el sofá y, girándose hacia Alessia, comenzó a hablar en un







