✨Alessandro✨
Hace como treinta minutos que llegué a la hacienda y me encerré en mi despacho para ponerme al corriente en algunas cosas y revisar facturas.
No logro concentrarme del todo. La imagen de esa mujer sigue grabada en mi cabeza.
Ya no sé si en verdad era Summer o si solo se trató de una ilusión mía. Desapareció en un abrir y cerrar de ojos.
Puede que mi subconsciente me esté haciendo una mala jugada; en el fondo me gustaría tanto que Summer sea la que me va a dar un hijo y por eso ya hasta la ando imaginando.
Suelto un suspiro profundo y me recuesto en mi sillón de cuero.
Dios.
Toc-toc.
Poso la vista en la puerta.
—Pase —digo volviendo a sentarme bien en mi sillón, y Aurelia asoma la cabeza.
—Le traigo una limonada para este calor, señor —termina de entrar al despacho y me deja la bandeja con una jarra de cristal llena de limonada con hielo.
Se ve muy apetecible.
—Gracias —ella me sirve un vaso.
Bebo del vaso que me ofrece mientras la miro de reojo; sigue ahí de pie.
—Señor —