Carlotta estaba inmóvil, no podía creerse lo que acaba de escuchar. «¿Líder de la mafia italiana? ¿Nuestro hijo si llegara a ser varón, será líder? ¿mataba gente?» Esas preguntas penetraban la mente de Carlotta. No podía asimilar eso.
 —¿Mafioso? ¿Matas a gente? — preguntaba ella aterrorizada.
 —Mato a mis enemigos. —corrigió él. — Yo maté a los hombres que te hicieron daño.
 —¡Dios mío! Pero... Eres un asesino. — exclamó levantándose de la cama. —Mi hijo será mafioso a la fuerza ¡Nuestro hijo!
 —Tranquilizate. —pidió él. —Recuerda lo que dijo el médico y déjame explicarte mejor.
 Carlotta se cruzó de brazos para escucharlo hablar.
 —Nuestros padres hicieron como una especie de promesa, donde decía que Mariano, Enzo, Franco, Maurizio, Orlando, Paolo y yo. Seríamos los líderes de la Cosa Nostra y que el primer varón del líder sería el próximo en gobernar la mafia. — ella no dejaba de llorar, no podía ser verdad, todo esto tenía que ser una m*****a broma. — ¿Ahora entiendes porque no q