---No tengo nada que discutir contigo.
La resistencia de Catherine es muy obvia.
---Por favor vete, mi hija ya está dormida y no es necesario que pases la noche aquí.
---Catherine …
Lucían la miro fijamente por mucho tiempo, como si estuviera analizando sus opciones. Se puso de pie y se paró frente a ella en dos pasos, sus ojos azules lo miraron con acritud. Su corazón dolió. --- Hablemos.
---Ya te dije, no tengo nada que discutir contigo.
Ella ya había dicho lo que tenía que decir ese día, y realmente no tenía nada más que aclarar.
---Catherine --- Lucían extendió su mano. Antes de que pudiera tocarla, ella dio un paso atrás. --- Lucían, quieres celebrar el cumpleaños de tu hija. No te detendré, pero ten cuenta que no eres bienvenido aquí. Además, realmente no hay nada que decir entre tú y yo.
Abandonando estas palabras, casi escapo de regreso a su habitación, rápidamente cerro la puerta y paso la cerradura. Todos los movimientos se hicieron con rapidez, como si Lucían pudiera