Incertidumbre.
Laura quiso conformarse con las palabras de Martin y estaba suficientemente feliz con la declaración de reconciliación que habia hecho, como para dejar que problemas externos la afecten. No dejará que ni Belinda, ni Irene ni nadie le haga dudar del amor que se tienen.
Los siguientes días intentó olvidar cualquier situación incomoda y se concentró en disfrutar de su nueva vida. Estaba tan feliz que ni ella misma podía creerlo.
Un día como cualquier otro llegaron a la empresa y cada uno se ocupó de sus tareas.
Ese día había comenzado como cualquier otro, y más tarde, ambos disfrutan un momento a solas en la oficina mientras se tomaban un café , cuando entró Belinda.
— Perdón por interrumpir — dijo con aspecto cansado. — Solo venía a preguntar si me necesitabas para algo más — se dirigió a Martin.
— ¿Estás bien?— preguntó Martin con tono preocupado. Laura rodó los ojos y desvió la mirada a unos documentos. Su presencia cada vez le era más desagradable.
— Si. Solo estoy un poco