Por Gastón
Llegué a la casa de té y Delfina se quedó mirándome seria, no me esperaba.
Me acerqué a ella y le mostré la prueba que decía que era negativa.
Le conté que le compré el pasaje de avión y que le iba a dar mil dolares, solo para que se vaya y que también la iba a llevar hasta el aeropuerto.
No quiero que se entere de casualidad y haya otro mal entendido.
También le hice escuchar la grabación.
-Todo esto se hubiera evitado si no te hubieses acostado con ella a la media hora de verla.
-Tenés razón y lo lamento, arruiné tu vida, la mía y arrastré a mi hija.
Ella no me contesta nada.
-Delfi, a pesar de todo…lo único que pretendo es hacerte feliz, te amo con locura.
-Yo también te amo, por eso me duele tanto alejarme de vos, pero ya no quiero sufrir más…espero poder olvidarte.
Baldes de agua congelada bañaron mi cuerpo.
-Delfi, te adoro… dame otra oportunidad.
Sus lágrimas caen como cascadas por su rostro.
La beso y ella me devolvió el beso, había tanto dolor en ambos, porque sab