26. HOSPITAL
Kayla estaba furiosa, enfurruñada, cruzada de brazos. Su abogado la había acompañado.
Estaban en la sala de espera del hospital.
Nikolai estaba sentado en frente, también con su representante legal y, si las miradas mataran, él estaría muerto en ese mismo momento, considerando las ojeadas que le echaba Kayla.
Ya sin poder contenerse, en un momento se levantó llena de ira y se paró frente a él.
—No puedes solo dejarme en paz, ¿no? ¡Por el amor de Dios, cargo a tu bebé en mi vientre! —dijo y se agarró el mismo—. ¿No es suficiente? ¡¿Que más quieres?!
Él quería contestarle que lo quería todo, pero se mordió la lengua y como estaba tan cerca, que podía tocarla, apoyó una mano en su panza y sintió un leve movimiento. Algo se revolvió dentro de él.
Ella dio un paso atrás.
—Es algo de rutina... —se justificó él.
—¿No podías esperar a que nazca?
—¿No podías volver conmigo en vez de correr a los brazos de Sean?
Ella apretó sus puños a los costados y gruñó, también pateó el suelo.
—No puedo con