Sorpresa.
-Qué sorpresa, no creí encontrarte de nuevo y tan rápido.
Atanasia apoya sus manos contra el mostrador.
- ¿Qué pasa? Es como si hubieses visto a un fantasma.
- ¿Me has seguido para que te entregue tu saco?
- Valla, si te acuerdas de mí, creí que me habías olvidado.
- Recuerdo tu cara, no tu nombre
- ¿Enserio? Que pena, porque yo si recuerdo el tuyo.
Atanasia mira de reojo hacia su acompañante.
Christofer sigue la mirada de Atanasia dando con el guardaespaldas.
-No me digas que él es tu prometido.
- Oh no, él es… es mi hermano.
- ¿Hermano? – pregunta el guardaespaldas sorprendido.
- Sí, mi pequeño hermano me a acompañado a elegir un anillo.
- ¿Pequeño? – se pregunta el hombre nuevamente.
Claramente era más alto y fornido. Era un insulto para él se catalogado como pequeño, era como si sus horas en el gimnasio fueran en vano.
-Y bien ¿Cómo se llama tu hermano? – pregunta Cristofer.
- Eh…pues… No estoy obligada a darte el nombre de mi hermano, que chismoso eres.
Christofer suelta una risi