Jacob Hoffman es un politico que siente la presión de las campañas electorales sobre sus hombros, debido a un mal deselance con un entrevistador y su amigo que intenta animarlo termina conociendo a una mujer misteriosa que a demás de ser apasionada y hermosa tiene un conocimiento inigualable, al seguir sus pasos y por fin encontrarla se encuentra a una mujer divorciada con dos hijos, los eventos desafortunados le harán cuestionarse a Jacob, un hombre impecable y duro, ¿dónde se encuentra su corazón?
Leer másRebecca Lowe.
Mis manos están frias y temblorosas, siento el corazón acelerado, las personas pasan a mi alrededor y no me miran, las puertas abiertas y las enormes letras del restaurante están frente a mí, pero no he dado un paso, debo entrar si quiero saber la verdad.
El día de ayer mi esposo creyó que estaba dormida y lo escuché hablar con alguien, una mujer posiblemente, muy cariñoso diciendo que se verían aquí, no sé si lo hizo a propósito para que yo supiera la verdad de su engaño.
Intenté pensar que solo era un sueño, que no era cierto, que Brendan no podía hacerme esto, pero conforme veía el tiempo acercarse la curiosidad me ganó y aquí estoy.
Una pareja entra al restaurante, me asuste porque creí que era Brendan, no lo es. Respiré de nuevo y ví el elegante restaurante, con el dinero que me da apenas si alcanza para tomar una sopa con los niños. Finalmente me armé de valor y crucé la puertas.
–¿Para cuántas personas? –me pregunta el mesero.
–Solo yo –respondí, ví a Brendan de inmediato, está cerca de una ventana, como si no le importará que alguien lo viera –. Puedo ir por allá –señalé un lugar cercano.
El mesero me guió hasta una pequeña mesa y me dejó el menú, no me iba a quedar, solo necesitaba verlo con mis propios ojos, lo ví con su traje azul, elegante y soberbio como era siempre, la chica era joven, llevaba un vestido verde que le daba un aire de frescura juventud, su cabello castaño suelto y largo, sin preocupaciones de maltratarlo, apenas si llevaba maquillaje, tenían comida en la mesa, sonreían, felices como cuando él y yo comenzamos a salir, ella tomó algo de la comida y la llevó a la boca de él y luego lo besó, sentí un enorme agujero en mi pecho, ahí frente a todos, sin importarle nada a ninguno de los dos, se besaban.
–¿Qué va a ordenar? –La voz del mesero me distrajo.
–Sabe, me acaban de decir que no van a llegar, disculpe la molestia.
No le dí tiempo de responder cuando me levanté y con el poco valor que me quedaba caminé hacía la mesa donde se encontraba Brendan y la chica, él me vio llegar y su gesto fue de confusión.
–Rebecca, ¿qué haces aquí?
–Necesitaba comprobar que me estabas engañando –mencioné, luego me dirigí a la chica –. Tú no te preocupes que la casa estará desocupada está misma noche para que te llegues a vivir ahí.
Me dí la vuelta para salir y escuché la voz de Brendan llamándome, pero lo ignoré.
–¡Rebecca! ¡Rebecca!
Me sujetó del brazo cuando me alcanzó afuera del restaurante, fue un movimiento brusco que me dolió, no era la primera vez que lo hacía, se ponía agresivo cuando no salian las cosas como él quería.
–¿Qué crees que estás haciendo, Rebecca?
–Estamos en público –señalé alrededor –. Ten cuidado con lo que haces aquí.
Me soltó y sus ojos oscuros irradiaban rabia.
–Te regresas a la casa y me esperas ahí –ordenó.
–Me regreso a la casa por mis cosas y mis hijos, tu y yo terminamos.
–Estas locas –se carcajeo de forma burlona –. Tú no puedes vivir sin mí, yo soy el hombre de la casa, él que te mantiene, no eres nada sin mí –comentó –. ¿O qué? Ya se te olvidó que te embarazaste cuando ibas a comenzar la universidad, no sirves para nada.
Esas palabras me enojaron aún más, ya estaba cansada de sus maltratos físicos y psicólogicos, ya no soportaba más todo esto, era suficiente para mí y para mis hijos tener que soportar su mal humor y rechazo cada vez que querían estar con él, no iba a tolerar más, la infidelidad solo fue la gota que derramó el vaso.
–Verás que puedo salir adelante sola con mis hijos –aseguré.
–¿A dónde iras? ¿A casa de tu mamá? –siguió riendo.
–A donde sea, pero no voy a seguir contigo.
Me di la vuelta para irme, por primera vez en mi vida, estaba segura de lo que estaba haciendo.
–¡Como quieras! Pero luego no me andes rogando que ya voy a tener a otra más bonita y joven, una que si me complazca.
No le hice caso, llegué a la casa y tomé a mis hijos y un par de maletas con sus cositas, les dije que nos íbamos un par de días con la abuela, el problema fue que cuando llegamos con mi mamá, ella también tenía noticias para mí.
–Hija, perdóname, pero no te voy a poder ayudar mucho tiempo –sollozó –. Estoy enferma fui al médico está tarde.
Aunque tuviera la infidelidad y el maltrato de Brendan encima, no me podía quedar a llorar, tenía que buscar un trabajo, sacar adelante a mis hijos y ayudar a mi mamá con el tratamiento médico tenía que salir adelante.
–Mami, Jacob ya llegó –gritó Angelo. –No nos apresures, Angelo –le gritó su hermana que estaba en el dormitorio conmigo. –Cielo, ya no podemos hacer nada más, Jacob ya está aquí y la reservación es a las ocho. –Está bien, está bien –suspiró –. ¡Espera! –¿Qué? –Solo te colocó algo de brillo. Volvió con un poco de brillo en lo que me acomodaba el vestido, es nuestro tercer aniversario de bodas y es el más abrumador aniversario, no por el festejo, sino porque debo decirle algo a Jacob, que no quiero hacerlo. –Ya está –contestó. –Tal vez necesito otro peinado –mencioné. –No mamá, ya debes irte. Era la primera noche que no quería salir con Jacob. El corazón me estaba latiendo con fuerza y las manos me temblaban, Alice se dio cuenta de mi indecisión y me tomó las manos con las suyas que estaban cálidas y suaves. –Todo va a salir bien, mamá, creéme. Tenía esa mirada tan suave y tierna, mi hija es una buena niña, recuerdo el día que nació, la había pasado muy mal en el embarazo, p
Por la mañana encontré a mi madre en la cocina, no hemos hablado bien desde que tuvimos la discusión la otra noche, aunque para mí parece que fue hace una eternidad, estuve ocupada con los planes de la señora Hoffman, el trabajo, Brendan y todo lo demás, pero aún así extraño hablar con ella. –Buenos días –la saludé. –Solo vengo por mi té, ya te dejo sola –me contestó recogiendo su vaso. –Mamá, al menos podemos hablar –le pedí. Ella se dio la vuelta, tenía ese gesto serio que siempre tiene cuando está peleando con alguien. –Sí, tenemos que hablar –comentó –. Tengo que decirte que he buscado algunos lugares donde me puedo ir a vivir. –¿Qué? –Es lo mejor, te agradezco todo lo que hiciste por mí y aunque tuve que vender mi casa por nuestra situación económica no compensa todos los gastos que tuvimos con mi tratamiento, así que he buscado unos lugares muy accesibles, con el dinero que me da el estado supongo que puedo ir y hay otras personas de mi edad con quien puedo compartir, no t
Rebecca…Empecé a preocuparme al ver la hora y que no dejaban salir a nadie del lugar, mis hijos se iban a preocupar porque Jacob y yo habíamos dicho que llegaríamos a las doce.El padre de Alessandra cayó en el suelo y se lo llevaron al hospital, ahora todos en el lugar estaban siendo interrogados, justo a lo lejos pude ver a Jacqueline que ni siquiera disimuló su desprecio al verme.–Supongo que no te fue bien con tu madre –le mencioné a Jacob a mi lado.Él miró hacia su madre y luego me miró a mí.–Todo está arreglado, no tienes que preocuparte por nada ahora.Lo dijo con tanta seguridad que le creí, pero esperaba que hubiera hecho algo que podría perjudicarlo.–Me preocupa que tuvieras que hacer algo que no quisieras.–Te quiero a ti –contestó besando mi mano –. Ya me encargue de todo y la boda sigue en pie si aún quieres casarte conmigo.Me hizo unos ojos tan lindos que no pude evitar sonreír, me acerque para darle un beso en los labios.–Por supuesto que sí.Me gusta estar con Ja
Jacob… Becky va a ser mi esposa. Eso es lo único de lo que estoy seguro, Becky va a ser mi esposa y voy a hacer lo posible para que eso suceda, es una mujer maravillosa, inteligente, hermosa, amable y muy eficiente, nunca he conocido a otra mujer como ella, especialmente por la forma en que se compadece de los demás. Ahí está el imbécil de Brendan que se ha salvado solo por la intervención de Becky, yo lo hubiera hundido en ese mismo instante, también estaba mi madre, por mi parte hubiera ido directamente con ella y la hubiera enfrentado, le quitaría todo y la dejaría a su suerte, pero eso le daría paso a hacer otro plan y dejarla por ahí era peligroso para mí y Becky, además tenía como cómplice a Alessandra y de ella no me podía encargar directamente, así que tuve que investigar y tener algo de paciencia con Brendan. Mi madre planeaba una fiesta conmemorativa donde se presentarán las personas más importantes, incluyendo a los Richardson, Brendan le había dicho que tenía una infor
–Aquí lo tengo.Brendan extendió el teléfono hacia nosotros, tardo un segundo en escucharse la conversación.–Continue –dijo Brendan.–Señor Lowe, debe estar consciente de que su ex esposa se ha tomado demasiadas libertades desde usar su apellido para diferentes beneficios hasta utilizar su dinero de forma inapropiada –dijo la señora Hoffman –. Personalmente le aconsejo que debería de quitarle todo.–¿Disculpe?–Si, debería quitarle el ingreso económico que le da cada mes, no tiene sentido dárselo si ella se mete con otros hombres.–No estoy entiendo lo que quiere decir, señora Hoffman –contestó Brendan.–Mire, no nos andemos con rodeos, no me interesa nada más que su ex esposa se aleje de mi hijo y a usted no le convendría que ella se tomará esas libertades dejándolo por un lado, así que esto es un ganar y ganar, le propongo que le corte los ingresos con la propuesta de dejar a Jacob Hoffman y yo personalmente le puedo dar una suma generosa por su cooperación cuando esto sea oficial.
Jacob… Becky estuvo un poco extraña después de haberse peleado con su madre, aunque intenté hablar con Beatrice, no quiso decirme nada, además, la mayor parte del tiempo habla en italiano y no puedo comprender demasiado. Ayer por la noche cuando entré los niños estaban en la sala y no tuvieron que decir nada cuando se escucharon las voces de Becky y Beatrice arriba hablando en italiano, creo que debería empezar a aprender ese idioma para comprender de lo que se habla aquí, al subir las dos se quedaron calladas y no volvieron a hablar, Becky se quedó recogiendo todo el desastre de la habitación, la hubiera ayudado, pero intenté darle su espacio, cuando regresé ella ya estaba metida en la cama, Beatrice tampoco salió de su habitación y aunque intenté ofrecerle comida, apenas si me respondió con un no y Buenas Noches. Tienen sus diferencias, pero nunca las he escuchado pelear tan fuerte, los niños parecían preocupados, por la mañana cuando desperté Becky ya estaba arreglada y colocand
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