El plan...
Rebecca…
Empecé a preocuparme al ver la hora y que no dejaban salir a nadie del lugar, mis hijos se iban a preocupar porque Jacob y yo habíamos dicho que llegaríamos a las doce.
El padre de Alessandra cayó en el suelo y se lo llevaron al hospital, ahora todos en el lugar estaban siendo interrogados, justo a lo lejos pude ver a Jacqueline que ni siquiera disimuló su desprecio al verme.
–Supongo que no te fue bien con tu madre –le mencioné a Jacob a mi lado.
Él miró hacia su madre y luego me miró a mí.
–Todo está arreglado, no tienes que preocuparte por nada ahora.
Lo dijo con tanta seguridad que le creí, pero esperaba que hubiera hecho algo que podría perjudicarlo.
–Me preocupa que tuvieras que hacer algo que no quisieras.
–Te quiero a ti –contestó besando mi mano –. Ya me encargue de todo y la boda sigue en pie si aún quieres casarte conmigo.
Me hizo unos ojos tan lindos que no pude evitar sonreír, me acerque para darle un beso en los labios.
–Por supuesto que sí.
Me gusta estar con Ja