Sergio
No merezco a Isabela, no como jefa de campaña y menos como pareja, de eso soy consiente todos los días. Mi único trabajo es sonreír, estrechar manso y leer los discurso que ella le pide a alguien más que me escriba, que repita de forma correcta mis ideologías y aún así, ante la mínima oportunidad voy y la cago.
—Wow, Isa, esto es fenomenal. Muchísimas gracias.
Ella sonríe y continúa respondiendo algunas de las preguntas que le surgen al equipo, unos minutos más tarde todos vuelven a sus deberes. Isabela y yo llamamos a Bash para saber si está dispuesto a ayudarnos a crear una aplicación, mi amigo se ríe y promete ponerse en ello tan pronto como sea posible.
Todos se despiden porque ya es tarde e Isabela me pregunta si quiero ir a cenar con ella. Le doy un beso y vemos a Max cargar a Love, la cual está rendida por toda la campaña que ha estado haciendo con dibujos. Olimpia ha estado en una reunión con las caras sociales más importantes de la ciudad intentando convencerles