Durante mi baile con él tuve que escuchar toda su historia personal y profesional, lo que no hizo sino demostrar que era insoportable.
_ Pablo está realmente encantado contigo _ me dijo Fernando en cuanto tuve oportunidad de volver con él.
_ Lose. ¡Es insoportable! Solo habla de sí mismo _ respondí yo.
_ No creo que haya reparado en que exista nadie más.!
Nos reímos juntos y charlamos como si nos conociéramos de toda la vida. La música invitada a su suave balanceo y la proximidad de su cuerpo me resultaba increíblemente sensual y agradable.
Pero, de pronto, aquella sensación me entristeció increíblemente. El tiempo que tenía para disfrutar era limitado. Luego volvería a mi vida, complicada y difícil, sabiendo que había otra realmente buena que solo me habían dejado saborear brevemente.
La fiesta llegó a su fin y, juntos, regresamos al camarote.
El recuerdo de mi frustración de la noche anterior me hizo tomar la iniciativa en aquella ocasión.
Me di un breve baño y me metí en la