- La misma querida. – dice, mientras se pone de pie, y se acerca a mirarme con asco. – Si que te ves mal, estoy segura que Dorian si llega a verte de este modo. – murmura, señalándome – te repudiaría. – lanza mordaz, con una sonrisa de satisfacción al verme en la situación en la me encuentro.
Los recuerdos de anoche llegan a mi mente como ráfagas de viento antes de caer inconsciente, aquella voz y ese rostro.- ¿Diego y tú?- Así mismo pequeña arpía, el fue quien te trajo aquí, y yo ocasione el accidente que hizo que te rompas la pierna. – dice aquello, mientras presiona mi pierna y mi grito no puede ser mas desgarrador.- ¡Maldita! – susurro, apenas.- Te lo resumiré. Tu me estorbas en el camino para poder estar con mi Dodi, y quien mejor que tu mejor amigo del pasado. – sus palabras están llenas de odio, es