36. Devolución
Celine
Mis costillas seguían quejándose según el movimiento que hiciera. Tardé cinco días en recuperarme de todo lo que me había hecho aquella maldita loba.
Las enfermeras traían a Ben para que se quedara conmigo, pero el tiempo era demasiado corto. Veía que ninguna de ellas tenía ganas de pasar más tiempo conmigo, y mucho menos de ser amable. Solo me honraban cuando Jordan estaba cerca.
"Pareces feliz de salir del hospital", oí decir a Ton mientras me abría la puerta.
"Feliz no es suficiente", le sonreí y él se limitó a asentir.
Jordan seguía en la entrada del hospital, con Ben en brazos. Charlaba enérgicamente con Héctor y mi hijo le observaba con todo detalle.
"Ton, ¿puedes decirme si tu Alfa ya ha conseguido a alguien que traduzca las runas?". Ton estaba junto a la puerta con ella abierta.
"Creo que no dispongo de esa información, señora", respondió y guardó silencio.
Comprendí que no la compartiera conmigo, Jordan debería haberme dado instrucciones claras, lo que me irritó aún má