Protección Implacable

El tipo del pingüino amplió su sonrisa, completamente indiferente ante la repentina presencia de Lorenzo.

“Qué gusto verte aquí, señor Del Fierro,” dijo, asintiendo casualmente como si fueran viejos amigos en una fiesta de cóctel.

Luego su mirada volvió hacia mí, juguetonamente oscura. “Parece que ustedes dos están… de mini vacaciones, ¿eh?”

Su tono era ligero. Demasiado ligero. Del tipo que hace que la presión de la sangre te suba al instante.

Sentí que algo dentro de mí se rompía.

Pero él no había terminado.

Se inclinó un poco, bajando la voz aunque no del todo. “No se preocupen…” Su sonrisa se convirtió en algo repugnante. “No voy a chismear sobre ustedes dos… a menos que me dejen tomar prestada a su… secretaria.”

Mi visión se tiñó de rojo por un segundo entero.

¿Tomar prestada? ¿Está completamente loco?

Juro que mi pie ya estaba levantándose, listo para impactar directo en sus pelotas como un penal a nivel campeonato. Mi hijo merecía mejor que tener a su madre en la cárcel por agr
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App