Ethan

—No quería meterme, hermano. Pero ¿no crees que al morirse tu padre puedes dejar esa venganza? — me pregunta Tyler.

Pienso en sus palabras mientras me tomo otro trago de licor. Lo necesitaba, sobre todo para adormecer el torbellino en mi interior que parece querer hacerme caer de nuevo. Pero me resisto a ser un hombre débil otra vez.

—Lo pensé después de escuchar la noticia— digo con la voz ronca. Claro que lo pensé. Sentí… alivio.

Sí, alivio de que mi padre, aquel hombre que intentó moldearme a su gusto y a su odio, al fin dejaría este mundo.

Sentí alivio porque, sin él, no tendría que herir a los Branson. Porque finalmente, él era la única persona a la que le entregaría cuentas de mis logros. Pero…

—¿Por qué tendría que dejar libres a los asesinos de mi madre? — dejo la pregunta que me regresó al mismo maldito punto de partida. —Esa promesa no solo fue a mi padre, Tyler. Fue una promesa para mí, para mi hermana y para mi madre, para que descanse…— Para que, en donde quiera que