... Lidia.
Byron se estaba portando bien. No sé que le dijo su padre, pero el no le hizo caras a Joseph cómo suele hacer.
— Mami, en una semana es mi fiesta de cumpleaños.
— Lo sé. Tu abuela me envió la invitación. — No quiso que la ayudará a organizar nada, dijo que podía ocuparse perfectamente ella sola. El no tener que ver su rostro no es ningún sacrificio.
- ¿Puedes llegar temprano? Quiero que todos mis amigos te conozcan.
— Estaré ahí a primera hora. — Prometí. Joseph se acercó a nosotros con la mezcla de harina, tengo una batidora electrica, pero quise aprovechar sus músculos, lo se, soy una buena novia.
— ¿Y ahora que se hace?
— Tenemos que agregar nuez, ¿No eres alérgico o si? — El nego. Los tres nos pusimos manos a la obra. Cómo siempre, quedaron deliciosas, creó que incluso estaban más ricas de lo normal, o quizás me sabían así por qué estoy muy feliz, no podría ser más feliz que ahora.
— ¿Me puedo quedar a dormir? — Asentí. Anoche no pasó nada entre nosotros, y si de algo t