Gabriela le miró y le reconoció enseguida.
No tenía miedo de enfrentarse a Alvaro.
Pero él vino.
Y tenía miedo.
Temía que Alvaro le tentiera una trampa.
Ahora Alvaro tuvo su vida y la de Gemio en sus manos.
Rodrigo estaba sujeto y no pudo hacer nada.
"Ahí está, mira." Alvaro se rió a carcajadas.
Estaba tan feliz.
Por fin, por una vez, tenía ventaja sobre Rodrigo.
Las zancadas de Rodrigo eran firmes y tranquilas.
No parecía pánico por su situación actual.
Miró a Gabriela, un rápido destello de angustia y preocupación en sus ojos, seguido de una mirada inexpresiva mientras volvía su atención a Alvaro, "Aquí está lo que quieres."
Alvaro le tenía miedo de corazón por alguna razón.
No fue a cogerlo él mismo, sino que pidió a uno de subordinados a cogerlo.
El subordinado dudó y Alvaro le dio una patada en el culo, "Ve allí más rápido."
El subordinado se acercó cautelosamente a Rodrigo.
"Seguro que Gabriela te importaba, hasta el punto de que estás dispuesto a cambiar el Grupo de Bellewe po