En ese momento, Rodrigo miró a Gabriela como si pudiera cortarla en pedazos.
Si los ojos pudieron matarla, Gabriela ya estaría muerta.
"Yo estaba..." Gabriela estaba a punto de explicarse.
Rodrigo se levantó bruscamente, aparentemente poco dispuesto a escuchar nada de lo que ella tenía que decir o a presentar excusas, y salió del comedor.
Gabriela apretó los labios y no levantó la vista.
Rodrigo estaba ahora en un ataque de rabia y le busca, no puede escucharse con calma.
Luego dejó que se calmara un rato y ella le explicara cuando se haya calmado.
Ay...
Gabriela se tapó los labios y estornudó.
Dalia lo vio y preguntó, "¿Estás resfriado?"
Gabriela asintió.
Dalia fue a traerle su medicina para el resfriado.
Gabriela dijo, "Gracias."
Dalia sonrió, "Eres la mujer del señor y mi trabajo es cuidarte."
Hablando de Rodrigo, Gabriela bajó los ojos.
Se metió la medicina en la boca y bebió agua para tragarla.
Después de comer, se puso ropa limpia y salió.
Primero fue al hospital para asegurarse