Gabriela se sobresaltó, no podía ser Rodrigo, ¿verdad?
¿Oirá lo que acaba de decir Javier?
Sus ojos miraron hacia la puerta y se sintió aliviada al ver que era Dalia quien había entrado.
Javier captó la expresión de Gabriela.
¿De verdad le tiene tanto miedo a Rodrigo?
Pero pudo entenderlo.
Ni siquiera él fue rival para Rodrigo, ¡así que pudo imaginarle cuánto sufrió Gabriela a manos de Rodrigo!
Era normal tener miedo.
Pensó Javier en silencio en su mente.
Dalia miró a Javier y dejó la comida en la mesa, "Señora, necesita descansar."
Gabriela pudo ver que a Dalia ya no le gustaba Javier y dijo con una sonrisa, "Lo sé."
Todavía se preocupa por Dalia.
Porque Dalia era muy buena con ella.
"Javier, me voy a comer y aquí no hay extra para ti, así que ve."
Javier crispó los labios, ¿por qué sentía que hoy le llevaban en manada a todas partes?
Los subordinados de Rodrigo, además, son todos de una misma virtud.
Incluso la criada era iguale que Joan.
¡Todos tan molestos!
"Entonces iré yo." Dijo